Escrache es el nombre
dado en Argentina, Uruguay y España a un tipo de manifestación pacífica en la
que un grupo de activistas de derechos humanos se dirige al domicilio o lugar
de trabajo de alguien a quien se quiere denunciar.
En España ha habido
algunos escraches en los últimos meses. Algunas
víctimas, si se pueden llamar así, de los manifestantes han sido: el presidente
del Gobierno, Mariano Rajoy; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de
Santa María; el presidente del Congreso, Jesús Posada y el ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro.
Los integrantes de la Plataforma
de Afectados por la Hipoteca (PAH) han sido los protagonistas de las protestas,
ellos se han dirigido a los domicilios de los políticos para dejar clara su
postura. Defienden a todas aquellas personas que han sido desahuciadas y que
además de tener que abandonar su hogar se encuentran con una deuda de la que si
pudieran hacerse cargo, significaría que tienen el dinero suficiente como para no
haber dejado de pagar al banco.
La Secretaría general
del PP, María Dolores de Cospedal dice sobre los escraches que son algo totalitario y fascista. Seguramente ella
no ha pensado en si a las personas desahuciadas les parece totalitaria la
postura del Gobierno ante estas injusticias. La libertad de expresión a día de
hoy está contemplada en la Constitución y como bien dijo el presidente del
Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, los escraches pacíficos son una muestra de
libertad de manifestación y hasta el momento los escraches de los que
hablamos no han dejado de ser pacíficos.